martes, 22 de enero de 2013

EL PODER DE LA ORACION

LA COSECHA

EL REY DE LA HUMILDAD

SIEMPRE SE COSECHA LO QUE SEMBRAMOS

Siempre se cosecha lo que se siembra (Gálatas 6:7b) NVI
De tanto en tanto se hacían reuniones familiares en la casa del abuelo. Los nietos lo visitaban muy felices, porque allí había un gran patio y unos metros hacia el fondo, un hermoso jardín.
Después del almuerzo, el abuelo les pidió a los chicos que ayuden a ordenar la mesa. Su prima recogió los platos, el hermano mayor cargó las bandejas con los vasos, y a Benjamín le tocó sacudir el mantel dentro un tacho de residuos. Mientras lo hacía, una semilla de sandía no entró en el recipiente y cayó al piso.
–Ufa – protestó Benjamín al ver la semilla en el suelo – ¡Que otro la recoja! – Pensó a la vez que doblaba el mantel y se marchaba despreocupado.
La miraba del abuelo lo seguía desde lejos. Al rato, una ligera ráfaga de viento hizo volar la semilla, y ésta desapareció rápido de allí.
En esa misma época Benjamín se vio involucrado en un asunto muy serio. Él, acusó a uno de sus compañeros, como
sospechoso de haberle robado un libro. Lo peor fue que los demás chicos se pusieron en contra del muchacho y tuvieron con él malas actitudes.
Si eran sólo sospechas ¿Por qué trataban a Joel como si fuera culpable?
Pero un día, y de la forma menos esperada, apareció el libro. Y no precisamente en manos de Joel. Alguien lo había llevado por equivocación a la biblioteca. Ahí había estado el libro todo el tiempo que Joel sufría. Mientras Benjamín le contaba el incidente a su abuelo, éste lo condujo hacia el jardín.
–Ven hijo – le dijo – quiero que veas algo.
–Qué rara esta actitud del abuelo cuando yo le estoy contando algo tan importante – pensó un tanto enojado Benjamín.
El abuelo lo llevó hasta el lugar donde había crecido una planta rastrera, la que se había extendido hasta el fondo y se trepaba por el muro del vecino queriendo invadir su propiedad.
– ¿Sabes quién sembró esta planta? – Le preguntó el abuelo
–No abuelo. No tengo ni idea – Le respondió él con inocencia.
–Pues fuiste tú Benjamín.
–¡Yooo! – Exclamó Benjamín – Yo no, jamás sembré esa planta
–Sí, querido. Es cierto que tu intención no fue sembrarla, pero dejaste caer una semilla y el viento la llevó de aquí para allá, hasta que cayó en la tierra y se transformó en la planta que estás viendo. Acércate, ven –Insistió el abuelo y le mostró que entre las hojas había muchos frutos y cada fruto contenía decenas de semillas, que volverían a dar fruto.
Benjamín estaba asombrado, jamás pensó que éste fuera el resultado de aquella pequeña semilla que él no quiso recoger del suelo.
–Toda semilla que se siembra dará su fruto – le explicó el abuelo –. Si se siembra la semilla de la duda con respecto a una persona, ésta dará un fruto venenoso y muy dañino.
–Perdóname Abuelo, yo no sabía… – dijo con profunda tristeza – . Prometo que nunca más dejaré caer al suelo ninguna semilla venenosa, porque ahora he comprendido todo el daño que puede causar. En cambio, sembraré como nos enseña Jesús, la semilla del amor.
Arrepentido, Benjamín corrió a disculparse con Joel, le urgía reparar el dolor que había causado en su corazón.
“… Siempre se cosecha lo que se siembra” (Gálatas 6:7b) NVI
“Los que siembran injusticia, cosecharán desgracias…” (Prov.22:8) NVI
“…el que siembra justicia tendrá galardón firme” (Prov. 11:18) VRV
“Sembraron vientos y cosecharon torbellinos” (Oseas 8:7ª) NVI

¿RESPONDE DIOS A LAS ORACIONES?

¿Responde Dios siempre a la oración?

En ocasiones Dios responde “sí” o “no” a nuestras peticiones. A veces, queda en silencio, y cuando esto último sucede es porque hay pecado en nuestra vida y eso bloquea nuestra comunión con Dios.

A continuación veremos algunos pasajes para aclarar lo anterior:

“Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas”. (1º Sam. 28:6).

Mas adelante, en este mismo pasaje se menciona:

“Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste el ardor de su ira contra Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy”. (1º Sam. 28:18).

Cuando Saúl desobedeció a Dios y empezó a apartarse de él, entonces Dios ya no le siguió dando más instrucciones, por eso menciona la escritura que Dios guardó silencio y ya no le habló más.

Otro ejemplo de esto lo encontramos en los escritos de Salomón:

“Entonces me llamarán, y no responderé; me buscarán de mañana, y no me hallarán.

Por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de Jehová, ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía…”

(Proverbios 1:28-30).

Los ejemplos anteriores hablan de cómo Dios en ocasiones permanece en silencio a causa de nuestro pecado, pero a veces, la negativa es por otra razón con otro propósito:

“..me fue dado un aguijón en mi carne…respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. (2ª Cor. 12:7-9).

“Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió”. (Hch. 16:6,7).

A veces creemos que estamos haciendo o pidiendo lo correcto, y de hecho puede ser que así sea, sin embargo, aun cuando lo que pidamos sea bueno, debemos recordar que Dios nos ofrece cosas mejores que las que le pedimos.

Cuando Dios responde a la oración, suceden cosas como las siguientes:

“Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo: Sol, detente en Gabaòn; y tú, luna, en el valle de Ajalòn. Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos.

Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel”.

(Jos. 10:12-14).

Espero que el tema de la oración haya sido suficientemente claro y de interés para usted. Espero en Dios que ponga por obra lo que este estudio le haya dejado.

Recuerde que la oración es un arma poderosa en cualquier circunstancia.

EFECTOS DE LA ORACION

EFECTOS DE LA ORACIÓN.

Mueve el corazón de Dios.

Mencionaré solo cuatro casos de los muchos que hay en la palabra de Dios, ya que son más que suficientes:

1º Cuando el profeta Jonás desobedeció a Dios, tuvo que pagar la consecuencia de su acción; esto lo llevó a parar al vientre de un animal marino en el cual estuvo tres días, y en ese lugar y en esa condición, Jonás consideró y elevó una oración a Dios de la siguiente manera:

“Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo:

Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seol clamé, y mi voz oíste.

Me echaste a lo profundo, en medio de los mares, y me rodeó la corriente; todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.

Entonces dije: desechado soy de delante de tus ojos; mas aun veré tu santo templo.

Las aguas me rodearon hasta el alma, me rodeó el abismo; el alga se enredó a mi cabeza. Descendí a los cimientos de los montes; la tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.

Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.

Los que siguen vanidades ilusorias, su misericordia abandonan. Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová.

Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra”. (Jonás 2:1-10).

2º El tercer rey de Israel, Salomón, hace también una oración con motivo de la dedicación del templo que él le había construido a Dios, mencionando lo siguiente:

“Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Jehová Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti; que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar.

Oye, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona”. (1º Reyes 8:28-30).

3º Este pasaje habla también de cómo la oración puede mover el corazón de Dios:

“…si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. (2º Cròn. 7:14).

4º El rey Ezequias experimentó en carne propia el efecto de la oración que tuvo lugar cuando Dios había determinado quitarle la vida:

“En aquellos días Ezequias cayó enfermo de muerte.

Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.

Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo:

Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequias con gran lloro.

Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Vuelve, y di a Ezequias, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová.

Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de la mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor de mi mismo, y por amor a David mi siervo”. (2º Reyes 20:1-6).

¡Qué grande es la misericordia de Dios! A través de estas oraciones la bondad de Dios nuestro Señor y su amor por el hombre se hacen presentes, no dejando al ser humano en su angustia, sino más bien, le rescata en medio de la prueba y de la aflicción.

¿QUE SON PRUEBAS Y QUE SON LUCHAS?

¿QUÉ SON LAS PRUEBAS Y LAS LUCHAS?



El Señor Jesús nos advierte en Juan 16:33 sobre la aflicción que tendríamos en el mundo, pero también nos dice que confiemos en él, ya que Jesús venció al mundo.

Las pruebas que a veces padecemos, son enviadas por Dios a manera de “examen”, y esto con el fin de hacernos ver dónde nos falta reforzar la comunión con Dios para no apartarnos de él. Aun cuando padecemos mucho en algunas ocasiones debido al periodo de prueba, esta nos ayuda a acercarnos más a Dios cada día:

“..para que sometida a prueba vuestra fe, mucho mas preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando sea manifestado Jesucristo…”

(1ª Pedro 1:7).

Las luchas, por otro lado, vienen de parte del diablo con el único fin de destruir la obra de Dios:

“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”. (Efe. 6:12,13).

COMO SER HUMILDE ANTE DIOS

                   COMO SER HUMILDE ANTE DIOS

Reconocer la grandeza de Dios.

El salmo 8:3,4 menciona: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?”.

El salmista reconoce la bajeza del humano y su insignificancia al comparar las obras de Dios con él. Declara que el humano no es digno de ser visitado por Dios, y se hace estas interrogantes mostrando la humildad del humano ante su creador.
Buscar a Dios en medio de la aflicción.
“Entonces Josué rompió sus vestidos, y se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta caer la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas”. (Jos. 7:6).

No podemos salir por nuestras propias fuerzas de los problemas que nos afectan, por lo tanto debemos voltear siempre a Dios buscando su favor.

Venciendo el orgullo.
“Pero David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, o la familia de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?”. (1º Sam. 18:18).

David recibió una oferta del rey Saúl, la cual era la mano de una de sus hijas y así convertirse en un príncipe de Israel, sin embargo, David no se llenó de orgullo ni de vanidad, por el contrario mostró una humildad genuina y rechazó la oferta.

Siendo obediente.
“Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio”. (2º reyes 5:14).

Un general sirio llamado Naamàn estaba enfermo de lepra, y acudió a un profeta de Israel para ser sanado. El profeta le dijo que se zambullera en un río el cual estaba “lamoso” y el general se rehusó, sin embargo sus siervos lo hacen cambiar de parecer y él finalmente accede. En esta actitud, el general dejó de lado su orgullo y accedió a lo que el profeta de Dios le decía, practicando así la humildad a través de la obediencia.



Reconociendo limitaciones.
“Espera, oh Israel, en Jehová, desde ahora y para siempre”. (Sal. 138:3).

Alejarse de la soberbia.

“Ciertamente la soberbia concebirá contienda...”. (Prov. 13:10).

Ser como niños ante Dios.

El Señor Jesús en repetidas ocasiones mencionó a los niños como modelos de vida a seguir, y esto no significaba que debiéramos tener conductas infantiles, sino más bien, que viviéramos como viven ellos, es decir, de una manera inocente ante lo malo, ser totalmente dependientes a sus padres (en este caso nosotros ante Dios como nuestro Padre) y sin afanes ni conflictos de ninguna índole.
Veamos lo que dice Jesús en el siguiente pasaje:
“En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿quién es el mayor en el reino de los cielos?

Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos”. (Mt. 18:1-4).

Queda claro en este pasaje que la humildad está presente en los niños de una manera natural, y como dijo Jesús, debemos ser como ellos.
Reconocer el poder de Dios en nuestra vida. El apóstol Pablo reconoció que lo que él era y lo que había logrado, era porque Dios lo había permitido, y no por sus propios medios.

Al igual que Pablo, debemos reconocer a Dios como el autor material e intelectual de todo lo que tenemos, somos y lleguemos a ser.

“Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”. (1ª Cor. 15:9,10).

Sirviendo a los demás desinteresadamente y sin egoísmo.

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.

Haya pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. (Fil. 2:3-5).

El salmo 138:6 menciona:

“Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos”.

Queda claro entonces que Dios demanda humildad en nuestro diario vivir, en cualquier parte en que nos encontremos y bajo cualquier circunstancia.

Si tú quieres que Dios atienda tus peticiones, aprende a ser humilde.



¿Es lo mismo humillarse y ser humillado?

No. Aunque parece lo mismo existen grandes diferencias al respecto.
La Biblia nos habla acerca del tema mostrando la respuesta a esta pregunta.

Presentaré algunos ejemplos de personajes que fueron humillados de una manera vergonzosa a consecuencia de sus actos, y que de ningún modo practicaron la humildad. Estos personajes son:

Sansón.

“Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él.

Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel”. (Jue. 16:20,21).

El pueblo de Israel.

“Traeré, por tanto, los más perversos de las naciones, los cuales poseerán las casas de ellos; y haré cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios serán profanados”. (Eze. 7:24).

El rey Nabucodonosor.

“Habló el rey y dijo: ¿no esta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?

Aun estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete años pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere”. (Dan. 4:30-32).

Y los ejemplos podrían seguir, sin embargo, considero que ha sido bastante claro el mensaje.

Por otro lado, hubo otros personajes que decidieron humillarse de una manera totalmente diferente. Estos fueron enaltecidos cuando se sometieron a Dios.

Abel.

“Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y su ofrenda”. (Gen. 4:4).

Noe.

“Pero Noe halló gracia ante los ojos de Jehová”. (Gen. 6:8).

Abraham.

“ Y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos”. (Gen. 22:16,17).

También aquí la lista podría continuar, dado que hay muchos otros personajes que se sometieron a Dios y disfrutaron de los beneficios que esto traía.

Pues bien, hasta aquí el tema de la humildad. Espero en Dios que tengamos la sabiduría para vivir de una manera humilde siempre en nuestra vida diaria.

No se le olvide los ejemplos anteriores; usted decide si quiere “ser humillado” por su pecado, o “humillarse ante Dios” para ser enaltecido por él. Porque:

“Cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido”. ( Lc. 14:11).

HUMILDAD ANTES QUE HONRA

Humildad antes que honra
Tomado de : Nuestro Andar Diario
Proverbios 15:26-33
26 Abominación al SEÑOR son los planes perversos, mas las palabras agradables son puras. 27 Perturba su casa el que tiene ganancias ilícitas, pero el que aborrece el soborno, vivirá. 28 El corazón del justo medita cómo responder, mas la boca de los impíos habla lo malo. 29 El SEÑOR está lejos de los impíos, pero escucha la oración de los justos. 30 La luz de los ojos alegra el corazón, y las buenas noticias fortalecen los huesos. 31 El oído que escucha las reprensiones de la vida, morará entre los sabios. 32 El que tiene en poco la disciplina se desprecia a sí mismo, mas el que escucha las reprensiones adquiere entendimiento. 33 El temor del SEÑOR es instrucción de sabiduría, y antes de la gloria está la humildad.
Humildad antes que honra
Si el Señor lo hubiese permitido, mi hermano mayor, Dick, tendría hoy 68 años de edad. Pero Dios se lo llevó a casa en la Pascua Florida de 1995. Murió en Sudbury, Ontario, adonde él y su esposa, Shirley, habían estado ministrando durante muchos años a las necesidades del pueblo nativo canadiense de la Confederación de los Tres Fuegos (las tribus de los Ojibwe, de los Potawatami y de los Odawa).
Ese verano, en la fecha de su cumpleaños, a Dick se le rindió una ceremonia de “tambores de honor” en su memoria. Hombres especialmente seleccionados de la Reservación Wilwemikong en la isla Manitoulin, cerca de la cuenca norte del lago Hurón, llevaron a cabo la ceremonia. Esta ceremonia se realiza sólo para honrar a aquellos cuyas vidas han causado un impacto positivo en la comunidad indígena. Tal vez esa era la primera y única vez en que un misionero blanco, anglosajón y protestante de los EE.UU. era honrado con una ceremonia ojibwe de tambores de honor en una reservación india canadiense.
Pero era una ceremonia bien merecida. Richard Ohlman era un seguidor de Jesús amable, humilde, honesto y modesto que nunca habría imaginado que su memoria sería honrada como lo fue ese día. Sirvió a las personas que él y Shirley amaban porque quería que ellos tuvieran la misma paz y el mismo gozo que recibía él de su fe en Jesús. Él no esperaba honra por hacer simplemente lo que sabía que Dios quería que hiciera. Pienso en Dick cuando leo acerca del hombre sabio y justo que se menciona en Proverbios 15, cuya sabiduría viene del “temor del SEÑOR”, y cuya “humildad está antes que la gloria” (v.33).
En el funeral de Dick, llevado a cabo en la iglesia de donde venían nuestros padres en Grand Rapids, Michigan, una pequeñita ojibwe se escapó de la mano de sus padres y corrió hacia el altar. Todos quedamos cautivados cuando se detuvo y luego se quedó quieta por un momento junto al féretro.
No estamos seguros de qué había en la mente de esa preciosa niñita, pero mi hermano mayor, Jim, se inclinó hacia mí y susurró: “¡A Dick le hubiera encantado eso!” Estoy seguro de que sí, por cuanto él amaba al pueblo ojibwe, el pueblo que más tarde lo honró.  –

¿Hay alguien que haya impactado mi vida con una demostración viva de lo que significa servir al Señor con humildad? ¿He tomado el tiempo para honrar a esa persona por su ejemplo? ¿De qué maneras podría mostrar mi gran estima por aquellos que me han mostrado cómo servir al Señor con humildad y fidelidad?
en resumidas cuentas: los que buscan honra rara vez la encuentran.




lunes, 21 de enero de 2013

CANCION CON MUCHO AMOR PARA NUESTROS QUERIDOS ESPOSOS.

NUESTRO SEÑOR ES EL ALFARERO ,PORQUE SOMOS BARRO EN SUS MANOS

HABLEMOS DEL MINISTERIO DE DEBORA

DEBORA Y SU MINISTERIO
Cuando Débora comenzó su ministerio, Israel estaba muy conmocionada. Las calles no eran seguras, había guerra en las puertas y sufrían opresión, esclavitud y temor del rey cananeo. "En los días de Samgar hijo de Anat, en los días de Jael, los viajeros abandonaron los caminos y se fueron por sendas escabrosas. Los guerreros de Israel desaparecieron, desaparecieron hasta que yo me levanté. ¡Yo Débora, me levanté como una madre de Israel! Cuando escogieron nuevos dioses, llegó la guerra a las puertas de la ciudad, pero no se veía ni un escudo ni una lanza entre cuarenta mil hombres de Israel. Mi corazón está con los príncipes de Israel, con los voluntarios del pueblo. ¡Bendito sea el Señor!" (Jueces 5:6-9, énfasis agregado).

Dado que Israel había pasado media generación en esclavitud, Débora sabía que, potencialmente, habría mucha resistencia a la idea de levantarse para confrontar al opresor, porque el pueblo realmente tenía miedo y estaba convencido de que no podía ponerse a la altura de su enemigo. Pero clamaron al Señor, y Él les respondió.

Débora había recibido un plan del Señor para sacar a Israel de la cautividad. Tuvo la fe y la valentía de confrontar osadamente los temores del pueblo, y aún de otros líderes- para que el plan se cumpliera tal cual lo había dicho el Señor.

En el ámbito natural el enemigo superaba en mucho a Israel en número, de hecho, las posibilidades de que tuvieran éxito en cualquier tipo de revuelta contra su enemigo eran totalmente ridículas. Jabín, el rey cruel cananeo, era muy inteligente. "Canaán" significa "humillar, derrotar, someter, dominar". Esto es lo que él hizo a Israel: les robó su fuerza, su valentía y su dignidad; exactamente lo mismo que el diablo trata de hacer aún hoy.
El ataca nuestra mente y nuestro intelecto y desarrolla una fortaleza en nuestro sistema de convicciones. Desde esa fortaleza, aplasta nuestra fe en Dios, nos roba la valentía y nos averguenza volviéndonos pasivos y quitándonos la voluntad de luchar.

Débora era una mujer de coraje que cumplió su llamado y su destino en Dios. Tuvo que ser valiente para responder al llamado del Señor y obedecer su plan, sin importar las circunstancias; tuvo que tener la osadía y el coraje de una guerrera para llevar a sus tropas a la victoria.

Y el general Barac no quiso ir a la guerra sin tener a Débora a su lado. No sólo se aferró a su sabiduría y revelación profética, sino al coraje que ella recibía en abundancia del Señor. Barac tenía fe en la palabra profética y se lo incluye como uno de los héroes de la fe en Hebreos 11:32. Pero más allá de su fe, necesitó coraje para concordar con la palabra profética y ponerla en practica con obediencia.

La relación entre Débora y Barac es otro ejemplo de hombres y mujeres que colaboran para cumplir los propósitos de Dios. Es también una figura de la unción apostólica y profética que fluyen juntas para lograr victorias para el Reino.

Débora estuvo dispuesta a hacer todo lo que fuera necesario para posicionar a Israel para la victoria, aunque esto significara ir a la batalla. A veces Dios nos llama a ser mensajeras de su palabra; pero otras veces tenemos que estar dispuestas a unirnos a la batalla y luchar para que su voluntad se cumpla.

Dios quizá no nos pida que llevemos un mensaje solamente, sino que también ayudemos a que se cumpla. Debemos ser valientes y sensibles al Espíritu Santo para que la batalla logre su máximo cometido.

El ejemplo que nos ofrecen las escrituras a través de la vida de Débora, nos desafía a creer que tenemos un llamado superior de parte de Dios. Pero ese llamado puede requerir que, muchas veces, nos alistemos para la batalla.

¡Déboras, nacimos para marcar una diferencia!

CANCION DEBORA DEDICADO A TODAS ESAS MUJERES DEBORAS

http://www.youtube.com/watch?v=lcIMDisTT6A
BIENVENIDA A TODAS ESAS MUJERES DEBORAS, VALIENTES, ESFORZADAS, GUERRERAS, BIENAVENTURADAS, EXITOSAS, BRILLANTES.
MUJERES DEBORAS NACIMOS PARA MARCAR UNA DIFERENCIA
“Las aldeas quedaron abandonadas en Israel... hasta que yo, Débora, me levanté, me levanté como madre de Israel.”Jueces 5:7
Te damos la mas cordial bienvenida al FRENTE, y te bendecimos por haber aceptado ser parte de este grupo, aqui vamos a poder compartir temas, ideas, mensajes, predicas, estudios de la Palabra, consejeria, oraciones, ayunos, vigilias , videos, fotos, y buenas nuevas de SALVACION, de Nuestro Señor Jesucristo, asimismo espero tus peticiones de Oraciòn. Te bendecimos .

FRENTE CRISTIANO DE MUJERES DEBORAS