jueves, 17 de diciembre de 2015

REFLEXIONES MQV.- TEMA: LE TENGO MIEDO A LOS HOMBRES 2 (CONTINUANCION)

Le Tengo Miedo a los Hombres 2

 


Pasaje clave: Jeremías 1:8.
Continuemos:
Vamos a ver las conductas de una mujer que tiene miedo a los hombres. Si te ves identificada no te preocupes porque hay solución.
1. Una mujer que tiene miedo a los hombres es una mujer que vive huyendo y vive mintiendo.Son esas mujeres que realizan una actividad y no le dicen nada al hombre, porque él se puede enojar si sabe que lo están haciendo.
Dicen: “¡No! Si se entera que yo voy a la iglesia, no sabes cómo se pone. Yo me escapo, no le digo nada, dejo todo preparado, me voy y antes que él vuelva yo ya estoy en casa para que no se entere”.
O si quiere salir con las amigas, sale con las amigas pero a él le dice que va a hacer un trámite médico, que va a pagar un impuesto, porque si él se entera que se va con las amigas, dice: “Con éstas locas te vas a ir que te van a llenar la cabeza”.
Entonces son mujeres que viven huyendo, viven escapando. Son esas mujeres que se compran algo y lo esconden para que el marido no lo vea, y si el marido lo llega a descubrir dicen: “No, es para una amiga que cumple años”. Porque viven escondiendo, escapando.
Una mujer que al hombre no le puede decir la verdad de lo que está haciendo es porque le tiene miedo. Si vos a tu pareja no le podés decir la verdad, es porque le tenés miedo, porque si no le dirías la verdad. Porque todavía él sigue “dominando” tu vida, entonces vos tenés que huir.
Si vos no podés decir con toda tranquilidad: “Me voy a la iglesia, me voy a cantarle al Señor, voy a recibir bendición”, es porque le tenés miedo y él te maneja y te domina a través de ese miedo.
Son mujeres que cuando ese hombre está cerca no se pueden relajar, son mujeres que si están solas están tranquilas, no les duele nada, se ríen, están felices, hacen bromas, pero aparece él y parece que todo el cuerpo se tensiona. Vos no entendés, pero te empieza a doler la espalda, la cintura, empezás a tener todos los males del mundo, te agarra angustia, tristeza, depresión, ganas de llorar, porque apareció él.
Cuando él no está sos feliz, cuando él cierra la puerta de la casa y se va, sos la mujer más feliz del mundo, parece que sos “libre”, pero cuando él vuelve, ya volvés a tensionarte. ¿Conocen mujeres así?

2. Vive suavizando situaciones.
Con bromas, con risas, trata de cambiar las frases para que ese hombre no reaccione. Por ejemplo los hijos dijeron algo y él dice: “¿Qué? ¿Qué dijeron?”, vos decís: “No, lo que quiso decir es otra cosa, no le hagas caso”.
Tratan de hacer una broma, o tratan de llevar la paz todo el tiempo, porque tienen miedo al enojo de ese hombre. Son mujeres con miedo.
Por eso, si vos te encontrás siempre suavizando situaciones, tratando de decir: mejor no digas esto cuando está él, porque a él no le gusta, no hables de eso porque le hace mal, porque se enoja un poquito, chicos mejor lo hacemos después solos, cuando papá se va, entonces hacemos lo que ustedes quieran, vamos donde quieran, pero a papá no le digamos, porque papá se enoja y entonces aparece la figura del “ogro”, y a ese ogro le tiene miedo
3.  Viven con Impotencia.
Son esas mujeres que han batallado tanto con ese hombre violento, agresivo, enojado, que han perdido fuerzas y dicen: “ya todo lo que haga no sirve para nada”.
Son mujeres que están viviendo sin energías. Ya no tienen fuerzas para salir adelante. Mujeres atontadas por el dolor, que sufrieron tanto, tanto, que no tienen fuerzas para nada. Vos le decís: “Vamos a orar, vamos a soltar fe, Dios va a hacer un milagro” y ya no te creen nada,  porque están desesperanzadas, porque no tienen energía.
Son mujeres que viven con miedo y son mujeres que se acostumbraron a verse a sí mismas bajo la luz del menosprecio.
Ahora, ninguna de estas tácticas que uses va a terminar con tu miedo. Por eso, por más que lo sigas repitiendo y repitiendo el miedo va a estar ahí. Pero nosotras tenemos que aprender a batallar con el miedo.
Decí: “Tengo que aprender a batallar con mis miedos”. No te estoy diciendo que tenés que batallar con la persona que te trae miedo, te estoy diciendo que tenés que aprender a batallar con tus miedos. “Mis miedos”. Tenés que luchar.
 Acá te voy a soltar una revelación que te va a partir la cabeza, el espíritu, el alma. ¿Cuál es el miedo principal que hay detrás del miedo a un hombre? A quedar sola, a perder, a ser abandonada.
¿Por qué una mujer hace una relación con un hombre al que le tiene miedo? ¿A qué le tiene miedo?
Tiene miedo a que no la mantenga más, a perder la estima, a la soledad, a la traición, a que los hijos queden solos, sin padre.
¿Quieren recibir una gran revelación? ¿Saben cuál es el miedo que hay detrás del miedo a los hombres? Es el miedo a la libertad.
Sentir el olor de la libertad. ¿Qué es el olor de la libertad? Puedo tomar decisiones por mí misma. Puedo lograr lo que quiero. Puedo ir adonde quiero. No tengo que pedir permiso a nadie
Puedo lograr el sueño que hay en mi corazón. Tengo las 24 horas del día para hacer lo que quiero.
Ese es el olor de la libertad. Hay mujeres que disfrutan ese olor a libertad y dicen: “me ha llegado el tiempo de lograr y de conquistar lo que yo siempre quise”, y lo disfrutan-
Pero hay otras mujeres que les agarra miedo. Por ejemplo:
Yo no sé tomar decisiones.
  • Yo no sé moverme sola en la vida.
  • Yo no sé hacer negocios.
  • Yo no puedo estar sola porque me agarra depresión cuando estoy sola.
  • Yo no sé cómo voy a poder criar a mis hijos sola.
Y ese miedo a la libertad hace que te vuelvas a enganchar en el dolor del enojo, prefiero un hombre que se enoje conmigo, pero que me guíe en el camino de la vida, a tener que guiarme yo por mi cuenta.
Mujeres que apenas tienen la posibilidad de ser libres vuelven a engancharse con una personalidad que les trae miedo, porque prefieren soportar el miedo, a la sensación de la libertad, prefieren vivir esclavizadas a alguien que les grite y que las rete, pero que por lo menos está, a sentir que tienen el  mundo por delante y que pueden dirigir su vida como quieren.
(CONTINÚA…)

DEVOCIONAL DIARIO MQV- TEMA:LE TENGO MIEDO A LOS HOMBRES 1

Pasaje clave: Jeremías 1:8.
¿Cuántas le tienen un poquito de miedo a los hombresí Esposos, jefes, hijos, varones, amigos, cualquier hombre que se encuentren por ahí.
Miedo:
  • A que las lastimen.
  • A que las hieran.
  • A que les griten.
  • A que les hagan pasar un mal momento.
  • A que las critiquen.
  • A que las menosprecien.
  • A que vuelvan a sufrir un dolor que sufrieron antes.
  • A que se vuelva a repetir la historia que otros hombres les hicieron vivir.
Este mensaje no solamente les va a servir a las que les tienen temor a los hombres, sino para las que tenemos temor a cualquier otra cosa en la vida.
El miedo es un ladrón. El miedo siempre te va a robar los sueños. El miedo siempre te va a anular los sueños que hay en tu corazón, porque por el miedo quedamos petrificadas, el miedo no nos permite avanzar. Por eso el miedo, cuando viene a tu vida, siempre viene para robarte, nunca viene para bendecirte. El miedo es un ladrón.
Jeremías 1:8 dice: “No le temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte, lo afirma el Señor”.
¿A quién no le tenés que temeré ¡A nadie! “No le temas a nadie que yo estoy contigo para librarte”. ¿Quién te lo afirma?, el Señor.
¿Quién firmó este pasaje?, el Señor. Y ¿qué dice el pasaje? Que no le temas a nadie porque el que te va a librar es el Señor.
No le tengo que temer a nadie porque Dios me afirma que él me librará. Hay una promesa, y si hay una promesa, la creés o no la creés. Depende de vos y acá la promesa es que dice el Señor: “No le temas a nadie porque yo te voy a librar de cualquier problema”. ¿Le creés o no le creésí
Cada vez que le tenés miedo a un hombre, es porque en el fondo tu motivación con esa persona es agradarle.
Vos querés agradar tanto a ese hombre que le tenés miedo, porque vos decís: “Si yo hago lo que él dice, yo lo voy a agradar, entonces, como le voy a agradar, no se va a enojar conmigo”.
Tu motivación es “agradarle” para que no te castigue, no te grite, no te insulte, no te abandone, y ahí empieza una relación de miedo. Cada vez que vos te pongas en la mente que tenés que agradarle a alguien, vas a caer bajo la dominación del otro. ¿Por qué? Porque vos estás cumpliendo con la imagen que la otra persona quiere ver de vos, y no con la imagen que vos querés ver de vos misma.
Una es la imagen que nosotros queremos mostrarle al mundo, y otra es la imagen que el mundo quiere que tengamos. Cuando una persona te dice:
  • Yo quiero que hagas esto.
  • Yo quiero que seas así.
  • Yo quiero que hables de esta manera.
  • Yo quiero que te transformes en otra mujer.
Esa persona está queriéndo someterte a la imagen que él quiere ver de vos y entonces vos empezás a agradarle para que esa persona se sienta bien y no te castigue o no te rechace.
Las mujeres que les tienen miedo a los hombres tienen una enfermedad. Se llama autofobia. ¿Qué es la autofobia? La  autofobia es el miedo a conocerte a vos misma y a agradarte a vos misma.
Saben que hay cualquier cantidad de mujeres que tienen miedo:
  • De conocerse íntimamente.
  • De pasar tiempo con ellas.
  • De darse gustos a sí mismas.
  • De agradarse.
  • De ser felices.
Y cada vez que son felices piensan: “Pero mañana, ¿me va a pasar algo malo?”. Dicen: “No puede ser que me venga tanta bendición a mí, algo malo me va a pasar mañana”. Están enfermas de autofobia.
Tengo que aprender a “agradarme”.
Hay mujeres que les resulta peligroso mirarse hacia adentro y complacerse a sí mismas, por eso viven complaciendo a los demás. No está mal complacer a alguien mientras primero te puedas complacer a vos.
Ahora, si vos siempre le das a los demás y te dejas de lado, es porque hay un poquito de miedo dentro tuyo, de mirarte para adentro, de ver cuáles son tus necesidades, cuáles son tus intereses y qué te hace feliz.
Te pregunto: “¿Qué te hace feliz?” Tal vez a muchas de ustedes les cueste un rato contestarme, porque van a tener que buscar en su interior qué es lo que las hace felices, porque hace mucho tiempo que dejaron de pensar en qué es lo que las hace felices, porque viven complaciendo a los demás, para que los demás no se enojen.
(CONTINÚA…)



viernes, 4 de diciembre de 2015

ADOREMOS CON EXCELENCIA MQV


DEVOCIONAL DIARIO MQV- TEMA: LOS ZAPATOS NUEVOS

LOS ZAPATOS NUEVOSzapatos nuevos

- ¡Tú tienes la culpa de nuestra situación! Si tan solo tuvieras un trabajo mejor… ¡Eres un mediocre, un conformista!
– ¡La culpa la tienes tú, eres una inconsciente, no paras de gastar, contigo no hay sueldo que alcance!
– ¡El tuyo no alcanza para nada! ¡Te pagan una miseria!…
El pequeño Andrés, de seis años, escuchaba la discusión desde arriba, en su habitación. Podía escuchartodo lo que sus padres se gritaban el uno al otro y ¡cómo le dolía eso! Siempre peleaban por lo mismo, pero esta vez, Andresito se sentía culpable de esa pelea. Su mamá le había comprado unos zapatos nuevos el día anterior y él pensaba: “Papá le está reclamando a mamá porque gasta mucho dinero, ha de ser por mis zapatos nuevos”… Observó sus pequeños pies, eran unos bonitos zapatos y los sentía tan cómodos… ¡pero para qué los quería si eran la causa del pleito entre sus queridos padres! Se sentó al borde de la cama y se los quitó. Los puso dentro de la caja con mucho cuidado y después de calzarse sus zapatos viejos, salió corriendo del cuarto y bajó las escaleras, ansioso de acabar con aquella situación.
– ¡Papito, papito, toma, devuélvelos. Yo ya no los quiero!- exclamó extendiendo la caja hacia su padre.
– ¿Qué es esto?- preguntó él.
– Mis zapatos nuevos.
– ¿Pero por qué no los quieres?
– Porque no.
– Andresito, te hemos enseñado que esa no es una respuesta. Debes decir el motivo, ¿es que acaso no te quedaron a la medida?
– Sí, si me quedaron.
– ¿Te lastiman?- preguntó la mamá.
– No me lastiman mamá.
– ¿No te gustaron? ¿Quieres que los cambiemos por otros?
– No mamá, me gustan estos zapatos, pero quiero que los devuelvas para que te devuelvan el dinero.
– ¿Pero por qué quieres que hagamos eso? – preguntó el papá.
– Para que ustedes ya no se peleen, papá- Ambos padres se miraron conmovidos por las palabras de su hijo. A su pequeño no le importaba deshacerse de sus bonitos zapatos nuevos, con tal de no verlos pelear. El padre, emocionado, se inclinó hacia él, poniendo otra vez la caja de zapatos en sus pequeñas manos y le dijo:
– Toma hijo, no devolveremos tus zapatos nuevos.
– ¡No papá, por favor… devuélvanlos para que les den el dinero!
– Andresito, no necesitamos ese dinero, quédate con tus zapatos hijo, son tuyos- dijo el padre. El niño se les quedó mirando muy confundido.
– Yo no entiendo. Ustedes se estaban peleando por la falta de dinero y ahora me dicen que no lo necesitan- Los padres no supieron que responder. El papá comenzó a pasearse por la sala y después de unos minutos dijo: Mira hijito, los adultos a veces nos disgustamos por cosas que tal vez a los ojos de un niño como tú, parezcan incomprensibles… La discusión entre tu madre y yo, no tiene nada que ver con tus zapatos nuevos, créeme.
– ¡Pero costaron mucho dinero y ahora les hace falta! ¡Eso es por culpa de mis zapatos nuevos, devuélvanlos y usen ese dinero para lo que se necesite!
– No amorcito, son tuyos, no los devolveremos. No te preocupes- dijo la mamá.
– Pero… ustedes seguirán peleándose… ¡Yo no quiero que se peleen!- suplicó el niño, mientras las lágrimas empezaban a brotar de sus ojos. La mamá lo tomó en sus brazos tratando de consolarlo. El papá, cabizbajo, reflexionando en las palabras de su hijo, se acercó a los dos y puso su mano sobre la cabeza del niño y rodeando con el otro brazo a su esposa, dijo:
– ¿Qué le estamos haciendo a nuestro hijo? Ni todo el dinero del mundo vale la pena, a costa de una sola de sus lágrimas de dolor.
– Es cierto- dijo la mamá- perdónanos mi amor. No te preocupes, todo se va a arreglar. No volveremos a pelearnos. El niño ya más tranquilo, sonrió y dijo:
– Pero si necesitan ese dinero solo díganmelo y devolvemos los zapatos.
– No mi amor, son tuyos, póntelos y ya tira esos zapatos viejos.
– No mamá, están buenos todavía. Mejor se los regalo a algún niño que no tenga zapatos, para que sus papás no se peleen si no tienen dinero para comprarle unos nuevos…
No hay nada que lastime más el corazón de un niño que ver a sus padres pelearse. Desgraciadamente, en momentos de enojo muchos padres no reparan en que sus pequeños los escuchan. Pierden el control de sus emociones y parece que también la noción de la existencia de sus hijos. El sentimiento de culpa es muy común en los niños. Piensan ser los causantes de las peleas entre sus padres y eso hace aún más grande su aflicción.
Mamás y papás:
Antes de subir al ring, piensen en sus hijos. Los problemas entre ustedes pueden arreglarse de otra manera. Es necesario discutir para aclarar situaciones y llegar a acuerdos, pero esto no debe convertirse en pelea. Discutir no es sinónimo de pelear. Discutir es razonar, argumentarbuscar soluciones. Pelear es atacar, luchar, combatir, agredir. Es factible que los niños se den cuenta de que sus padres no están de acuerdo en ocasiones, pero cuando esto ocurra, lo pueden discutir sin gritos ni palabras ofensivas. No olviden que los niños aprenden de sus padres las más importantes lecciones de la vida.
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.”
Efesios 4:31
Oraciòn: Amantisimo Padre Celestial, te damos todo Honor y toda Gloria, exaltamos tu Santo Nombre, venimos con un corazòn contrito y humillado ante tu presencia Divina, primero a darte gracias por nuestros hijos, y segundo pedirte que no permitas que nos exaltemos y discutamos, delante de nuestros hijos,que busquemos las soluciones, ayudanos a conservar un hogar de paz, confianza y fè,  que estes Tù en medio de nosotros, entronate en nuestro hogar, que Tu Santo Espiritu, nos visite constantemente, y que seamos una familia cristiana y que podamos servirte como dice tu Palabra "Mi casa y yo te serviremos" Josue 24:15.En el Poderoso nombre de Jesùs.amèn.